martes, 8 de marzo de 2011

Diario de una madre

Este fin de semana la mitad de mi corazón, mi hijo Diego, estuvo de cumpleaños, 10 añazos, ¡¡cómo pasa el tiempo!!, hicimos una celebración familiar que gustó mucho. Allí, primos, abuelos, tíos y amigos familiares pasamos un rato entrañable.

Para que todo fuese mucho mejor la celebración fue doble, porque el guapíiiiiiiiisimo de mi sobrino Iago también tuvo su celebración, cuatro añazos, para ellos, las responsables de Princesas en Acción nos trabajamos los detalles, desde la colocación de las mesas a una maravillosa tarta, obra de Las tartas de Yoya, ¡¡¡increíble!!!, cómo diría Bisbal.




Lo pasamos muy bien, para mejorar las cosas hizo buen tiempo, lo lo que los enanos pudieron jugar en el exterior.




En estos días os dejaré ver cómo fue la fiesta y lo bien que lo pasamos. Muchas veces pienso que nos hacen más ilusión estas fiestas a nosotras que a ellos, pero nos queda tan poco para disfrutar de nuestros "bebés", sobre todo a mi, que crece, crece y crece, gracias a Dios, pero echo tanto de menos a mi enano.

Un aviso, si queréis seguir las tribulaciones de esta madre, podéis pinchar en el título y os rediccionará a capítulos anteriores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario